Al igual, que esta técnica puede ser usada para mejorar la expresión afectiva de los niños y adolescentes también puede serlo para los adultos.En muchas ocasiones los día empiezan y acaban y no nos paramos a hacer un balance de el, quedándonos a veces con sensaciones que no corresponden fielmente a lo que ha sido nuestro día.
Intenta, cada noche, antes de acostarte, reflejar en un cuaderno, todo aquello que tuvo el día que viviste para que te haya merecido la pena vivirlo...siempre encontraras algo que haya hecho de ese día algo especial, una sonrisa, un amigo, un abrazo...¿Quién sabe? No busques grandes cosas, en valorar las más pequeñas esta el secreto.
Empieza desde hoy a hacerte esta pregunta:
¿Qué ha tenido el día de hoy para que haya merecido la pena vivirlo?
Focaliza tu atención en aquello que te ayude a sentirte bien, no seas tu enemigo.Cuando miras la balanza ¿Con qué lado quieres quedarte?
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