Equilibrio y confianza:dos pilares de la vida.

Con motivo de la celebración en Valladolid del Festival de Artes de Calle esta noche he podido disfrutar y admirar el sorprendente trabajo de un conjunto de acrobatas que transladandonos al ambiente parisino y al atuendo de Amelie han generado diferentes reflexiones en mi.

El impulso de lanzarse, lanzarse sin más y confiar plenamente en tu propia capacidad para no caer y en  que siempre existe un otro que estará ahí para sujetarse justo en el momento y en el punto exacto que lo necesites.Esos apoyos que siempre están en nuestras vidas.

Fluir,fluir sin más,en el aire y en la tierra, mirar todo desde las alturas y contemplar como esa altura te permite ver una perspectiva diferente de las cosas que ocurren a tu alrededor, bien sea el público o ....tu vida.

Estabilidad y equilibrio en cada paso que se da, en cada movimiento que se hace y confiar en que si se da la inestabilidad en algún momento  lograras llevar de nuevo tu cuerpo a esa estabilidad inicial, equilibrio.....y pensar en que puedes más que en que vas a fallar.

Escalar, subir y subir y de nuevo bajar. Subir a las alturas y mantenerte firme, orgulloso, subir despacio, sin prisa, suave y dulcemente, ayudándote de los otros para alcanzar la cima pero no quedándose aferrada a ninguno de ellos ya que sino no lograríamos avanzar y llegar a lo alto a lo más alto, a aquel lugar donde solo, conmigo mismo, desde las alturas , puedo contemplar todo con otra mirada.

Concentración, abstracción absoluta, un estar con uno mismo plenamente.

Muchas son las similitudes que encontré en este espectáculo con la vida misma, muchos los mensajes que me lleve de el. Aparcar el miedo, confiar en uno mismo, en los otros y en definitiva en la vida.Saltar, saltar sin miedo confiando que  siempre hay unas manos que te sujetaran al otro lado.